sábado, 8 de marzo de 2008

Cuidados del bonsái del mes de Marzo

En Marzo dentro del calendario comienza el otoño y tanto la mañana como la noche, re­fresca. Esto causa una sensación agradable al observar los bonsái, que pasan de una época de calor intenso y crecimiento longitudinal, a esta época de crecimiento para engrosar (mo­mento en qua almacena energía). Las plantas se preparan para acumular energía y pasar los momentos duros del invierno (aunque en nuestra zona el invierno intenso dura poco tiempo, el comportamiento de las plantas no cambia).

La fuerza que aplicaban para extender las ra­mas o aumentar de altura, en el otoño, se usa ahora para que puedan madurar y engordar (acumulando energía), es importante acom­pañar la fisiología de las plantas; para ayudar­las, se les da abono para iniciar el proceso de HIBAI y se les agrega el fertilizante de este mes. Hay dos motivos para dar fuerza a las plantas, para que pasen el invierno y ayuden a brotar con fuerza en primavera. Si comparamos las fertilizaciones tienen dife­rente contenido, en la de primavera damos principalmente componentes de nutrientes (como "N" nitrógeno, para el follaje); en cam­bio este mes vamos a dar más importancia al "P" fósforo y al "K" potasio. En primavera usa­mos comúnmente productos químicos, los cuales son reemplazados en otoño por pro­ductos orgánicos como el espeller, harina de hueso, harina de pescado (personalmente utili­zo en esta espeller de soja y harina de hue­so).

Antiguamente en Japón se acostumbraba utili­zar agua de ceniza al principio del otoño. Re­cuerdo que, tanto mi abuelo como mi padre, en otoño regaban con agua de cenizas (hecha de pajas secas diluida en mucha agua); decían que ayudaba a mejorar la absorción de fertili­zante. Analizando bien este acto tiene mucho que ver con buscar un efecto neutralizante de la fuerte acidez de la tierra provocada por el re­petido uso de fertilizante.

En el verano se evapora mucha agua, las plan­tas se deshidratan muy pronto, no es necesa­riamente por el consumo de las raíces sino por las elevadas temperaturas. En otoño se seca la superficie del sustrato por un verdadero con­sumo de agua de las raíces. El efecto de otoño es parecido al de primavera, dudado no nos dejemos engañar, después del período de ca­lor por bajas temperaturas, más de una vez em­pieza una intensa actividad en las raíces. No descuide el riego.

Entra la época ideal para el cambio de sustra­to, principalmente aquellas variedades que son muy propensas a agarrar nematodos co­mo Ombú, Malus, Pyracantha, Cotoneaster, Cydonia, Cerezo, Rosa, etc. En coníferas Chamaecyparis, Juniperus, Cupressus, Acer Japónico y Acer Buergerianum, puede realizar­se cambio de sustrato hasta mediados de Abril.

En cuanto a la parte fitosanitaria, es muy fre­cuente que en este mes aparezca el gusano enrulador de hojas o pulgones, es importante prevenir. Pero si encuentra insectos tiene que realizar un plan de fumigación. A causa de un último calor de finales de verano, la arañuela roja, puede provocar muchos daños; es muy bueno realizar una fumigador de Acaricida dos veces en este mes.

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