Su importancia en el mundo del bonsai
A quienes se inician en este arte, les suele llamar la atención que la primera recomendación que se les da sea que no debe utilizarse tierra negra como elemento de cultivo.
Dicho con más precisión, existen sustancias muy superiores que favorecen el desarrollo de las raíces, el drenaje del agua y el aporte de nutrientes. Llamamos a estos componentes "SUSTRATOS".
Definimos a los sustratos como la sustancia o conjunto de sustancias, de origen mineral y orgánico, vegetal o animal, que componen el suelo sobre el que se desarrolla la planta (extraído de libro editado por Editorial Grijalbo).
En el caso de los árboles y arbustos que crecen naturalmente, el sustrato es la tierra de cada zona y cada lugar. Mientras viven, sus raíces crecen, siendo la función fundamental de la tierra la de sostén de estos vegetales.
Les voy a contar como y cuando conocí los sustratos que reemplazan a la tierra negra:
Siempre recuerdo al grande maestro de vida que tuve durante mi infancia, quien me transmitió su sabiduría, la esencia de la vida. Hablo de mi OYICHAN (abuelito) cuya influencia fue fundamental en mi desarrollo como persona. Mi oyichan, un hombre de largas barbas y bigotes (le llegaban hasta la cintura), tenía que separar su larga barba al medio y atarla a su cuello para poder trabajar en su taller. ¿Quién olvidaría una imagen así?
Mi abuelo era experto en el cultivo de "HAKONIWA" que se traduce como hako=caja y niwa=jardín.
Su casa estaba al pie de la montaña Zaoho de la prefectura Yamagata. Entre otras cosas me enseño a hacer WARAJI (zapatillas de paja de arroz), a distinguir hongos buenos de malos, y también me enseñó a pescar en lagos y arroyos.
Un día, mi Oyichan me invitó a acompañarlo a la montaña para buscar plantines que luego usaría en su hakoniwa. Sería un viaje largo. De hecho, nos llevaría un par de días.
A la mañana temprano me despertó para emprender el viaje. OBAACHAN (abuela) ya había preparado mi mochila y una más grande para Oyichan.
Caminamos entre bosques y selvas. Cada tanto él me enseñaba como se debe caminar en un sendero ascendente. A la costa de un arroyo descansamos y nos preparamos para pescar nuestro almuerzo. Con una navaja bien afilada me fabricó una caña cortando bambú amarillo. Aún así yo no pescaba nada y él sacaba uno cada cinco minutos. Luego hicimos fuego con ramas secas, y con palos secos improvisó una parrilla.
Todas estas cosas eran asombrosas para un chico de la ciudad como yo lo era y claro, las disfrutaba inmensamente. Oyichan juntaba las plantas que le gustaban, les lavaba las raíces en el arroyo y las envolvía con musgo que había en el lugar. También recogía tierra y arena del lugar en una bolsa de género.
Comenzaba a oscurecer y había que prepararnos para pasar la noche. Recuerdo que me atemorizaba la idea de dormir en medio de la montaña, pero mi abuelo hacía todo tan calmo y naturalmente que transmitía seguridad y confianza.
Encontramos una gruta en un rincón de la montaña. Mi abuelo hizo una cama con hojas y pajas secas. Después de cenar pescado a la parrilla y Sembei (galletitas de arroz) y como postre fruta de Caqui silvestre muy dulce y té verde, oyichan me envolvió en papel, directamente sobre la ropa, y me acostó sobre la paja seca. La cama resultó ser muy cómoda y abrigada. Dormí profundamente toda la noche.
A la mañana me despertó una conversación entre oyichan y un hombre más joven que él, un amigo que trabajaba en la montaña como operario del carbón. El desayuno fue té verde para mí, y SHOCHU (sake fuerte) para ellos. El regreso a casa fue por un camino mucho más pintoresco. Llegamos a casa al anochecer pero antes, almozamos víbora a la parrilla, de 1 metro de largo y 4 centímetros de diámetro. Oyichan la cazó, la despellejó, la desangró colocándola de una rama, la desvisceró y la cocinó. Fue la primera vez que comí víbora, y con asombro, resultó ser un manjar muy sabroso.
Al día siguiente, ví a mi Oyichan abriento todas las bolas de arena y tierra, fue entonces que me enseñó que él nunca usaba tierra negra para las plantas, pero arena y lava volcánica sí, porque en esa mezcla nunca se pudrían las raíces y crecían muy bien luego de sacarlas de la montaña.
De esta forma, luego de esa maravillosa excursión a la montaña con mi abuelo, tuve mi primer encuentro con el sustrato de bonsái en mi vida.
La segunda oportunidad se relaciona mucho con un hobby de mi padre. Él era técnico en oceanografía y profesor de "suisan daigaku", en la universidad de productos marítimos. Cuando era un joven estudiante de la facultad, hizo gran amistad con el Dr. Katsusaburo Miyamoto, quien salvó el pino de San Lorenzo. Ambos tenían el mismo hobby, el bonsái. Mi padre tenía alrededor de 20 "omoto" de distintas variedades y "Sakura" (punica granatum), de formas retorcidas y muy interesantes. En alguna oportunidad lo ayudé a cambiar el sustrato, él usaba "Akadama-tsuchi" y "kanumado". La sensación tan particular de hundir la mano en ese sustrato nunca se borró de mi memoria.
En el año '70, cuando para estrenar mi camioneta recién comprada hicimos un viaje a Bariloche, encontré lava volcánica. Su textura y peso me hizo recordar inmediatamente aquella sensación al hundir la mano en los sustratos que utilizaban mi oyichan y mi padre. Por supuesto junté cuanto pude en una bolsa de arpillera y en mi casa experimenté con mis bonsái. El resultado fue un crecimiento de raíces espectacular, tal como había imaginado. El problema era y es la distancia que nos separa de Neuquén, donde ese sustrato abunda, así que tenía que encontrar un material similar que pudiera reemplazarlo. Fue entonces que encontré leca de minúsculo tamaño (mini leca), le agregamos oligoelementos, y eso es lo que usamos desde hace más de 25 años. Con este sustrato, mis bonsais están totalmente exentos de podredumbre de raíces.
El maestro Takeo Kawabe, quien nos visitó en el año 2003, quedó asombrado con la calidad de nuestra lava volcánica. Al terminar el 1er Bonsai Matsuri, lo llevamos a la fuente de donde obtenemos el "akadama argentino". Más tarde, en dos ocasiones se hizo mención en sendos artículos del "Bonsai Sekai".
Una vez al año, durante nuestro Study Tour a San Martín de los Andes nuestros alumnos pueden aprovechar para traer Akadama argentino.
Pero debo hacer una observación para evitar confusiones: la tierra negra, para el cultivo extensivo, es muy buena y productiva, si no no tendríamos los estándares tan altos que tenemos en producción agrícola, cereal y oleaginosa, mundialmente reconocidos.
Pero también es cierto que la fruticultura prospera mayormente en suelos pobres, llenos de rocas y granzas como Mendoza, San Juan y Río Negro.
Cuanto más "gorda" es la tierra o arcillosa y llena de materia orgánica, más probabilidades de contagio de ciertas enfermedades tiene, tales como nemátodos, fusariosis, antracnosis, hongos que obstruyen el crecimiento de raíces, etc.
En bonsais jóvenes, es habitual cambiar el sustrato cada 2 años y cortar el excendente de raíces. Si se usa tierra negra, aumentan las probabilidades de contagio de enfermedades a través de las heridas provocadas en las raíces. Usando sustrato, esas probabilidades se reducen drásticamente, y la adaptación de la planta es muy superior. Estas conclusiones son el resultado de mi experiencia de años y no de la teoría pura.
Un ensayo realizado en mi taller demostró claramente las virtudes de cada tripo de sustrato: utilicé 3 ejemplares de Acer Palmatum (de almaciguero) de 4 años de edad cada uno, bastante parecidos entre sí. Uno lo planté en tierra negra, otro en minileca y el último en lava volcánica. Al cabo de cuatro meses, retiré todo el material de cada uno de ellos, lavando sus raíces y observé que la planta que estuvo en tierra era la que menos raíces había desarrollado, la que estaba en minileca desarrolló el doble de raíces, y la que estuvo en lava, aproximadamente un 40% más que esta última.
Componentes necesarios del Sustrato
Para el crecimiento ideal de raíces, es necesario equilibrar 3 factores fundamentales, éstos son: sólido, liquido y aire.
Sólido: es el propio sustrato.
Líquido: agua (controlable porque regamos artificialmente)
Aire: oxígeno (controlable porque podemos preparar el sustrato de diferentes formas)
Basándonos en estos 3 componentes indispensables, he preparado una tabla comparativa, donde podemos apreciar cuanto aporta de cada elemento, cada sustancia.
Análisis realizado en el Estudio Sugi
Material mejorador del suelo | Sólido | Agua | Aire | Observaciones |
Tierra negra arcillosa | Exceso | Exceso | Poco | Cuando se humedece es dificil de secar, cuando se seca es difícil de humedecer (no apto para bonsai) |
Tierra arenosa | Mucho | Regular | Regular | No es buena, pero mejor que la negra arcillosa. |
Tosca | Mucho | Traspaso muy bueno | Bueno | Zarandeando, sacando el polvillo y combinando con otros materiales es muy buena. Hay que conocer el Ph de cada ejemplar. En algunos casos tiene muy alto tenor alcalino. |
Arena de río | Mucho | Mucho | Poco | No es recomendable usarla sola, por su capilaridad puede dar efecto seco o excesivamente húmedo. Es mejor utilizarla con otra sustancia. |
Arena gruesa | Mucho | Buen traspaso, poca contención | Poco | Es útil si se mezcla con otros materiales. |
Compost y resaca | Regular | Mucho | Bien | Como tiene materiales orgánicos no estables, salvo en caso de excepción no es bueno incorporarlas al sustrato. |
Turba | Regular | Muy buena contención | Bien | Ídem anterior. Puede usarse en casos aislados, como azalea y camelia. |
Pinocha y micorriza | Regular | Mejor traspaso que la turba pero poca contención | Bien | Materiales que deben estar muy estacionados y fermentados. Se encuentran muy frecuentemente. Colonia de hifas de mancha blanca eso es micorriza. Puede usarse pero no mucho. |
Perlita | Regular | Muy buena | Muy buena | Material muy estable de origen mineral. Muy bueno. |
Carbón vegetal desmenuzado | Regular | Abundante absorción , 30 veces más que su propio peso. | Abundante | Como mejorador del sustrato es uno de los mejores materiales. Regulador del Ph. Impide el apelmazamiento del sustrato. Contiene muchos conductos de aire, lo cual permite abastecer oxígeno. Es idel el carbón de bambú. |
Mini Leca | Excelente | Absorción abunsante, gracias a sus minúsculos poros. | Mucho | Como componente principal del sustrato es excelente. Origen: tierra horneada, muy sólida, no se erosiona por el uso prolongado. Compone hasta el 95% del sustrato. Sirve en todo tipo de plantas. |
Lava volcánica | Excelente | Excelente | Excelente | Es el único material que superó a la minileca. Gran contención de agua y oxigenación gracias a la existencia de miles de poros en su superficie. |
Consejos útiles para preparar sustrato de Bonsai
Si no se cuenta con otros materiales más adecuados, puede usarse tierra negra, pero en una proporción de 40% más arena y carbón vegetal.
En lugar de carbón vegetal desmenuzado puede utilizarse carbonilla de cáscara de arroz.
Si se utiliza tierra arenosa (poco recomendable) que no sea en una proporión mayor al 60%, completando con otro tipo de sustancia como carbón vegetal desmenuzado, perlita y turba.
Como resumen de todo esto podemos afirmar que lo ideal sería utilizar lava volcánica en un 100% para todo tipo de plantas. Como eso es casi imposible o por lo menos muy costoso debido a la distancia a la que se lo encuentra, lo mejor es utilizar un sustrato compuesto de:
Minileca 97%
Perlita 2%
Fertilizante de lenta liberación, con bajo contenido de nitrógeno
Carbón vegetal 1%, o pinocha estacionada y esterilizada, como mejorador del suelo, aunque no es imprescindible.